Roma. La viuda del italiano Piergiorgio Welby, a quien un médico ayudó a perecer al desconectarle el respirador automático, defendió el derecho de su marido a una muerte digna, mientras que la Iglesia católica le negó un entierro religioso.
Eso sí, Pinochet tuvo su extremaunción a tiempo y su cristiano entierro.
El tiempo pasa y la historia es siempre la misma.
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