Hace poco comenté sobre el cura Christian Federico von Wernich y sobre el próximo juicio que se llevará a cabo pronto.
Ahora, el sacerdote ha dado a conocer una carta, la que fue publicada por la revista Cabildo, una publicación fascistoide como podrán ver con solo asomarse a lo que es su página web (observen algunos detalles: la bandera argentina con la cruz en lugar del sol y el "Ni fueron treinta mil, ni fueron inocentes" que encabeza el párrafo en blanco. El resto del sitio no funciona, lo mismo que el cerebro de quienes publican esa revista).
Ahora von Wernich se considera “prisionero de guerra” y se compara a los cristianos arrojados a los leones en el lejano Coliseo romano y a los mártires cristianos. "Pasaron veinte siglos y un nuevo Coliseo abre sus puertas y prepara la arena, pero no ya en Roma sino en nuestro país, gobernado por un módico César que ocupa, por ahora temporalmente, el gobierno."
Típico de los cobardes represores que actuaron con impunidad durante los siete años de la última dictadura, von Wernich clama por todo aquello que nunca le brindó a quienes fueron detenidos y torturados en su presencia.
"En 1984 el policía Julio Emed relató a la Conadep cómo, en presencia de Von Wernich, el médico policial Jorge Bergés les aplicó a tres prisioneros "dos inyecciones a cada uno, directamente en el corazón, con un líquido rojizo que era veneno". El policía dijo que se había sentido "impresionado por lo ocurrido". "El padre Von Wernich habló conmigo –recordó el policía–, me dijo que lo que habíamos hecho era un acto patriótico y que Dios sabía que era para bien del país."
(Página 12).
Y lo peor es que aún hay gente que los defiende.
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