Hay veces en que uno no encuentra las palabras adecuadas para expresarse. ¿Qué decir ante estas monstruosa costumbre que poca gente -al menos aquí en la Argentina. conoce? Lo peor es que a pocos, también, parece importarles, y eso es tan grave y tan doloroso como lo que se muestra en estas fotografías. Pero estos son los tiempos que nos tocan vivir, aquí no hay show ni estrellas de T.V., ¿Será por eso que la mayor parte de la gente sigue de largo?
Tulay Goren, 15 años, fue torturada por su padre Mehmet Goren, debido a que la joven tenía un novio mucho mayor que ella. La joven comunicó éste hecho atroz a su novio y le dijo que debía irse pronto de su casa, ya que su padre la estaba siguiendo. Una semana más tarde, Mehmet Goren intentó asesinar con un hacha a Halil Unal, el novio de Tulay. Por el asesinato de la joven (y por conspiración por el intento de asesinato de Unal), fueron juzgados Mehmet Goren y sus dos hermanos, tíos de Tulay: Cuma Goren y Alí Goren.
Éste es un caso difícil de transcribir. Onder B (tal es el nombre con el cual se dio a conocer la identidad del victimario), mató a su joven esposa -no musulmana, nacida en Alemania- por ser "demasiado independiente". La golpeó con un taco de billar y, estando aún viva la apuñaló en ambos ojos y continuó apuñalándola en el resto del cuerpo. Fue tan brutal el ataque que la hoja del cuchillo se partió en el cráneo de la víctima. Como si esto no fuera suficiente e, increíblemente, la joven aún no había muerto; tomó su auto y pasó sobre ella varias veces.
En el post anterior, comenté que en muchos casos se protege la identidad de los civtimaroios, no de las víctimas. Nótese que aquí también la cara del hombre está oculta, del mismo modo en que no se dio a publicidad el apellido del asesino.
Fátima Abdullah, quien se había mudado al estado de Florida (proveniente de Ohio), EE.UU. ante las amenazas de su padre, debido a que ella había dejado el Islam y se había convertido en cristiana. La defensa de su padre alegó que Fátima se mató a sí misma golpeándose la cabeza contra una mesa.
Swera, de 16 años, quien estaba de novia con un muchacho no musulmán, fue asesinada por su padre luego de una discusión donde la joven dijo que quería irse de su casa. Cuando se agachó para tomar unas cosas dentro de su armario, su padre le asestó un golpe de hacha en la parte posterior de la cabeza, luego le asestaría dieciocho golpes más, la golpearía doce veces con una pala y siete veces con el mango de la herramienta. La joven tardó varios minutos en morir.
Basta por hoy. Más atrocidades en el próximo boletín.