Sin duda la falta de respeto y la estupidez humana nos demuestran cada día que son capaces de superarse. Y sin que se avisore límite alguno a su capacidad de avance, hay que agregar.
Hace poco había aparecido la imagen de la Virgen María en la ventana de un hospital, lo que no estaba tan mal después de todo (mejor dicho: lo que está mal es que no se aparezca por ahí más seguido y que -de paso- lleve a su hijo para acelerar un poco los trabajos).
Ahora apareció en un sandwich, lo que es el colmo de la estupidez y de la irreverencia. Y lo mejor es que apareció un estúpido que pagó 26.000 dólares por el dichoso sandwich. Si es tan creyente como supongo que es, ¿Por qué directamente no usó ese dinero para obras de caridad o para gastarlo directamente con los pobres que son quienes necesitan esa ayuda?
Bueno, quizás seas yo quien me niegue a ver la realidad y ésa sea realmente la imagen de la Virgen María; pero que quieren que les diga, si eso es así más vale que nos busquemos otros salvadores, porque con estos estamos bien jodidos.
Y no vengan a decir que las cosas que yo digo son irreverentes y malintencionadas; mi posición es clara, frontal y sincera. Y si bien tengo por costumbre usar cierto tono sarcástico o irónico, eso no quita un ápice de verdad o de fuerza a la crítica de hago. Por mi parte ya les digo a todos los creyentes habidos y por haber: Las cartas con las que jugamos son las mismas para todos, así que si quieren respeto (cosa, por otra parte, que siempre he tenido presente más de lo que esta gente suele tener para con los demás) empiecen por respetar a los demás.
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